domingo, 31 de julio de 2011

Profesión Religiosa


Estas son las fotos de la Profesión Perpetua de dos de mis hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón y la pregunta surgida fue:



¿Por qué hacerse religiosa hoy?

¿Por qué comprometerse a través de unos votos religiosos, que hoy por hoy a muchos no les dicen nada?

Porque creo firmemente que los votos religiosos son hoy, una expresión de fe en Dios y en el hombre.

Sí, pues en medio de toda esta situación de violencia, confusión y oscuridad que vivimos, profesar estos votos, es profesar nuestro amor y fe en el ser humano, es decir al hombre y mujer de hoy que seguimos creyendo, como Jesús, en lo más originario que hay en el interior de cada uno y cada una y que a través de estos votos, nosotras nos comprometemos a vivir junto a este hombre y mujer, en la pureza de un amor que nos humaniza y nos compromete, desde relaciones verdaderamente íntimas, libres y solidarias, a construirnos cada día y a construir un mundo donde todos seamos plenos.






Sólo que estos votos, desde la perspectiva de la reflexión teológica hoy, tienen una nueva forma de entenderse.


Por ejemplo:


El Voto de Castidad, hoy llamado Voto para la relacionaldad
Significa comprometerse de nuevo con las cuestiones y temas centrales de nuestro tiempo en el campo del deseo humano de relacionarse de una manera más íntima y auténtica.

Significa vivir en profunda sintonía con la cultura contemporánea, crecer en armonía, belleza y totalidad. Rechazando los dualismos que fragmentan nuestra vida.

Significa Ser expresión de una actitud interior de entrega incondicional por AMOR, al hombre y mujer de hoy y en medio de
toda esta desesperanza y oscuridad.






El Voto de Pobreza, hoy llamado Voto para el cuidado y la participación creativa.

Significa vivir en Integridad personal, administrando el planeta, en opción preferencial por el pobre.

Significa Administración responsable (mayordomía) solidaridad con los pobres, en lo más hondo de sus privaciones. Abriendo la conciencia, así como confrontar y denunciar proféticamente los sistemas de pecado que provoca la exclusión.



Significa Compromiso político, testimonio urgente.

Significa Compromiso con el mundo y no renuncia a el. Compromiso crítico y creativo con el uso y abuso de los bienes de la creación. Interdependencia global, ecológica-ambiental.



Modelar, en favor del pueblo relaciones sostenibles que hagan de la justicia y la igualdad ideales fáciles de alcanzar.





El voto de obediencia llamado hoy Voto del discernir en común, la escucha mutua.

Significa Poner nombre a los anhelos por un gobierno más participativo y un liderazgo de servicio.



Procesos de interacción que animen e infundan subsidiariedad, corresponsabilidad y compromiso mutuo.


Significa Comprometernos en la tarea de co-crear de nuevo nuestro mundo.

Significa que Es ante Dios y ante la humanidad ante quien debemos dar cuentas de nuestro servicio. Socavar el dominio del patriarcado y su opresor impacto en las personas y en el Medio ambiente; buscar nuevos caminos que permitan compartir el poder, como su falta.


Hemos sido absorbidos por la Iglesia Institucional y somos parte de una realidad mayor, una vocación más global




El proyecto de Dios exige respuestas nuevas a los signos de los tiempos, al grito de los pobres. Dios nos habla en la realidad, necesitamos saber escuchar su voz.

Necesitamos analizar la realidad con toda seriedad. Y un mensaje profético, denuncia de la lucha por el poder, el tener, el saber y del individualismo.



viernes, 29 de julio de 2011

LA TIERRA NO PERTENECE AL HOMBRE





Por cosmovisiones como ésta, sigo creyendo que la riqueza y sabiduría milenaria de nuestros pueblos originarios, pueden salvar nuestro mundo del desastre al que parece llevarlo la globalización


LA TIERRA NO PERTENECE AL HOMBRE
Jefe Si’ahl-Seattle





En 1855, el Jefe Si’ahl, Seattle (anglización del nombre en lengua) de la tribu Suquamish-Duwamish del noroeste de los Estados Unidos, pronunció un discurso dirigido al hombre blanco, en respuesta a la oferta de compra de la tierra de los Duwamish que el presidente Franklin Pierce le había hecho llegar. El Jefe indio respon¬dió de una forma muy especial a la propuesta del presidente Pierce para crear una reserva india y acabar con los enfrentamientos entre indios y blancos. Suponía el despojo de las tie¬rras indias.


En ese año 1855 se firmó el tratado de Point Elliot, con el que se consumaba el despojo de las tierras a los nativos indios. Seattle, con su respuesta al presidente, creó el primer manifiesto en defensa del medio ambiente y la naturaleza que ha perdurado en el tiempo. El jefe indio murió el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 años. Su memoria ha quedado en el tiempo y sus palabras continúan vigentes. “La declaración más hermosa y profunda que jamás se haya hecho sobre el medio ambiente”.



El Gran Jefe en Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe nos en¬vía palabras; qué poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe en Washington podrá confiar en lo que dice el jefe Sealth con la misma certeza con que nuestros herma¬nos blancos podrán confiar en la vuelta de las estacio¬nes. Mis palabras son inmutables como las estrellas.



¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la tierra? Dicha idea nos es descono¬cida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿Cómo podrán ustedes comprarlos?



Deberán saber que cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y experiencia de un pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las me¬morias de los pieles rojas.



Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra natal cuando van a caminar entre las estrellas, en cam¬bio nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bon¬dadosa tierra puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos per¬tenecemos a la misma familia.



Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. También el Gran Jefe manda decir que nos reservará un lugar para que poda¬mos vivir cómodamente entre nosotros. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Mas ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros.



El agua cristalina que corre por los ríos y arroyue¬los no es solamente agua, sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tie¬rras, deben recordar que es sagrada, y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.



Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también los suyos, y por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.



Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Él no sabe distin¬guir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus pa¬dres sin importarle. Despoja la tierra a sus hijos sin que le impor¬te. Tanto la tumba de sus padres, como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la Tierra, y a su hermano, el fir¬mamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devora la tierra dejan¬do atrás sólo un desierto. No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena la vista del piel roja. Pero quizás sea así porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.



No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio dónde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido de la ciudad parece insultar nuestros oídos. Y ¿qué clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas al borde de un estanque?



Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros pre¬ferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento; el animal, el árbol y el hombre, todos respira¬mos el mismo aire.



El hombre blanco parece no sentir el aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días, es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire nos es muy valioso, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abue¬los el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes de¬ben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.



Consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una condi¬ción: el hombre blanco deberá tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las prade¬ras, muertos allí por el hombre blanco, que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo el humean¬te caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que nosotros matamos sólo para so¬brevivir.



¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre tam¬bién moriría de una gran soledad espiritual; porque todo lo que le sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo va en¬lazado.



Deben enseñarles a sus hi¬jos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. In-culquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes, a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos lo que nosotros hemos en¬señado a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen al suelo, se escupen a sí mismos.



Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.



Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común.



Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya ve¬remos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Uste¬des pueden pensar ahora que Él les pertenece, tal como desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no podrá ser así. Él es el Dios de los hombres y su compa¬sión es igual para el piel roja y para el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él, causarle daño es mostrar desprecio hacia su creador. También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche morirán ahogados en sus propios desperdicios.


Pero ustedes caminarán hacia su destrucción, ro¬deados de gloria, inspirados por la fuerza de Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese des¬tino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres, y se atiborra el pai¬saje de las verdes colinas con un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia”.


Jefe Si’ahl

jueves, 28 de julio de 2011

Cántico espiritual

San Juan de la Cruz
(1542-1591)



Canciones entre el alma y el esposo


Esposa:

¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando, y eras ido. 5

Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquél que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero. 10

Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras. 15

(Pregunta a las Criaturas)

¡Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado! 20

(Respuesta de las Criaturas)

Mil gracias derramando,
pasó por estos sotos con presura,
y yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura. 25

Esposa:

¡Ay, quién podrá sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme
de hoy más ya mensajero,
que no saben decirme lo que quiero. 30

Y todos cantos vagan,
de ti me van mil gracias refiriendo.
Y todos más me llagan,
y déjame muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo. 35

Mas ¿cómo perseveras,
oh vida, no viviendo donde vives,
y haciendo, porque mueras,
las flechas que recibes,
de lo que del amado en ti concibes? 40

¿Por qué, pues has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Y pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,
y no tomas el robo que robaste? 45

Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshacellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos. 50

¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados,
formases de repente
los ojos deseados,
que tengo en mis entrañas dibujados! 55

¡Apártalos, amado,
que voy de vuelo!

Esposo:

Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma,
al aire de tu vuelo, y fresco toma. 60

Esposa:

¡Mi amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos; 65

la noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora; 70

nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado! 75

A zaga de tu huella,
las jóvenes discurran al camino;
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino. 80

En la interior bodega
de mi amado bebí, y cuando salía,
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía
y el ganado perdí que antes seguía. 85

Allí me dio su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho
a mí, sin dejar cosa;
allí le prometí de ser su esposa. 90

Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio. 95

Pues ya si en el ejido
de hoy más no fuere vista ni hallada,
diréis que me he perdido;
que andando enamorada,
me hice perdidiza, y fui ganada. 100

De flores y esmeraldas,
en las frescas mañanas escogidas,
haremos las guirnaldas
en tu amor florecidas,
y en un cabello mío entretejidas: 105

en sólo aquel cabello
que en mi cuello volar consideraste;
mirástele en mi cuello,
y en él preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste. 110

Cuando tú me mirabas,
tu gracia en mí tus ojos imprimían;
por eso me adamabas,
y en eso merecían
los míos adorar lo que en ti vían. 115

No quieras despreciarme,
que si color moreno en mí hallaste,
ya bien puedes mirarme,
después que me miraste,
que gracia y hermosura en mí dejaste. 120

Cogednos las raposas,
que está ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacemos una piña,
y no parezca nadie en la montiña. 125

Deténte, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacerá el amado entre las flores. 130

Esposo:

Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobres los dulces brazos del amado. 135

Debajo del manzano,
allí conmigo fuiste desposada,
allí te di al mano,
y fuiste reparada
donde tu madre fuera violada. 140

O vos, aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores
y miedos de las noches veladores, 145

por las amenas liras
y canto de serenas os conjuro
que cesen vuestras iras
y no toquéis al muro,
porque la esposa duerma más seguro. 150

Esposa:

Oh ninfas de Judea,
en tanto que en las flores y rosales
el ámbar perfumea,
morá en los arrabales,
y no queráis tocar nuestros umbrales. 155

Escóndete, carillo,
y mira con tu haz a las montañas,
y no quieras decillo;
mas mira las compañas
de la que va por ínsulas extrañas. 160

Esposo:

La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado,
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado. 165

En soledad vivía,
y en soledad he puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido. 170

Esposa:

Gocémonos, amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura. 175

Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos,
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos. 180

Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día: 185

el aspirar del aire,
el canto de la dulce filomena,
el soto y su donaire,
en la noche serena
con llama que consume y no da pena; 190

que nadie lo miraba,
Aminadab tampoco parecía,
y el cerco sosegaba,
y la caballería
a vista de las aguas descendía.

lunes, 30 de mayo de 2011

Soy feminista



Nunca he declarado la guerra a los hombres; no declaro la guerra a nadie, cambio la vida: soy feminista. No soy ni amargada ni insatisfecha: me gusta el humor, la risa, pero sé también compartir los duelos de las miles de mujeres víctimas de violencia: soy feminista. Me gusta con locura la libertad más no el libertinaje: soy feminista. No soy pro-abortista, soy pro-opción porque conozco a las mujeres y creo en su enorme responsabilidad: soy feminista. No soy lesbiana, y si lo fuera ¿cuál sería el problema? Soy feminista.




Sí, soy feminista porque no quiero morir indignada. Soy feminista y defenderé hasta donde puedo hacerlo a las mujeres, a su derecho a una vida libre de violencias. Soy feminista porque creo que hoy día el feminismo representa uno de los últimos humanismos en esta tierra desolada y porque he apostado a un mundo mixto hecho de hombres y mujeres que no tienen la misma manera de habitar el mundo, de interpretarlo y de actuar sobre él. Soy feminista porque me gusta provocar debates desde donde puedo hacerlo. Soy feminista para mover ideas y poner a circular conceptos; para reconstruir viejos discursos y narrativas, para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos e imaginarios prestados. Soy feminista para defender también a los sujetos inesperados y su reconocimiento como sujetos de derecho, para gays, lesbianas y transgeneristas, para ancianos y ancianas, para niños y niñas, para indígenas y afrodescendientes y para todas las mujeres que no quieren parir un solo hijo más para la guerra.




Soy feminista y escribo para las mujeres que no tienen voces, para todas las mujeres, desde sus incontestables semejanzas y sus evidentes diferencias. Soy feminista porque el feminismo es un movimiento que me permite pensar también en nuestras hermanas afganas, ruandesas, croatas, iraníes, que me permite pensar en las niñas africanas cuyo clítoris ha sido extirpado, en todas las mujeres que son obligadas a cubrirse de velos, en todas las mujeres del mundo maltratadas, víctimas de abusos, violadas y en todas las que han pagado con su vida esta peste mundial llamada misoginia. Sí, soy feminista para que podamos oír otras voces, para aprender a escribir el guión humano desde la complejidad, la diversidad y la pluralidad. Soy feminista para mover la razón e impedir que se fosilice en un discurso estéril al amor.




Soy feminista para reconciliar razón y emoción y participar humildemente en la construcción de sujetos sentipensantes como los llama Eduardo Galeano. Soy feminista y defiendo una epistemología que acepte la complejidad, las ambigüedades, las incertidumbres y la sospecha. Sé hoy que no existe verdad única, Historia con H mayúscula, ni Sujeto universal. Existen verdades, relatos y contingencias; existen, al lado de la historia oficial tradicionalmente escrita por los hombres, historias no oficiales, historias de las vidas privadas, historias de vida que nos enseñan tanto sobre la otra cara del mundo, tal vez su cara más humana. En fin soy feminista tratando de atravesar críticamente una moral patriarcal de las exclusiones, de los exilios, de las orfandades y de las guerras, una moral que nos gobierna desde hace siglos. Trato de ser feminista en el contexto de una modernidad que cumple por fin sus promesas para todos y todas. Como dice Gilles Deleuze ’siempre se escribe para dar vida, para liberarla cuando se encuentra prisionera, para trazar líneas de huida’. Sí, trato de trazar para las mujeres de este país líneas de huida que pasen por la utopía.




Porque creo que un día existirá en el mundo entero un lugar para las mujeres, para sus palabras, sus voces, sus reivindicaciones, sus desequilibrios, sus desórdenes, sus afirmaciones en cuanto seres equivalentes políticamente a los hombres y diferentes existencialmente. Un día, no muy lejano, espero, dejaremos de atraer e inquietar a los hombres; dejaremos de escindirnos en madres o putas, en Marías o Evas, imágenes que alimentaron durante siglos los imaginarios patriarcales; habremos aprendido a realizar alianzas entre lo que representa María y lo que significa Eva. Habremos aprendido a ser mujeres, simplemente mujeres. Ni santas, ni brujas; ni putas, ni vírgenes; ni sumisas, ni histéricas, sino mujeres, resignificando ese concepto, llenándolo de múltiples contenidos capaces de reflejar novedosas prácticas de sí que nuestra revolución nos entregó; mujeres que no necesiten más ni amos, ni maridos, sino nuevos compañeros dispuestos a intentar reconciliarse con ellas desde el reconocimiento imprescindible de la soledad y la necesidad imperiosa del amor. Por esto repito tantas veces que ser mujer hoy es romper con los viejos modelos esperados para nosotras, es no reconocerse en lo ya pensado para nosotras, es extraviarse como lo expresaba tan bellamente esta feminista italiana Alessandra Bocchetti. Sí, no reconocerse en lo ya pensado para nosotras. Por esto soy una extraviada, soy feminista. Y lo soy con el derecho también a equivocarme.




Florence Thomas

Cofundadora del grupo Mujer y Sociedad

miércoles, 25 de mayo de 2011

EX OBISPO DE SUCUMBÍOS INICIA HOY UN AYUNO INDEFINIDO POR LA RECONCILIACION DE LA PROVINCIA



Comunicado de Prensa


Quito, 24 de mayo de 2011– Monseñor Gonzalo López Marañón, ex obispo de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, inicia hoy martes a las 17:00 hora local un ayuno y oración permanentes por la reconciliación y la paz en Sucumbíos.

Con el lema “Para curar heridas y reconciliar Sucumbíos”, Monseñor López Marañón, de 77 años de edad, retirado del Obispado de la provincia amazónica desde el pasado mes de octubre, se instalará en el patio de la Capilla del Belén, en la ciudad de Quito, de forma indefinida hasta que haya señales claras de reconciliación entre la población.

La decisión de Monseñor llega tras la agudización del conflicto social y religioso que vive Sucumbíos desde hace meses con la llegada al Vicariato Apostólico de la Congregación de los Heraldos del Evangelio.


Últimos hechos

Monseñor Ángel Polibio Sánchez, está en Sucumbíos para iniciar conversaciones y reuniones con los actores afectados. Ni la Congregación Heraldos del Evangelio, ni la Orden Carmelitas Descalzos están autorizados a regresar a la provincia de Sucumbíos.

La vigilia que mantiene la población, los feligreses de la iglesia San Miguel de Sucumbíos y las organizaciones sociales en el patio de la Catedral desde el 7 de enero pasado continúa. La vigilia está custodiada desde el domingo por la policía para evitar que nuevos grupos de la Renovación Carismática, afín a los Heraldos del Evangelio, provoque tumultos y tensión entre la población, tal y como ocurrió el pasado domingo día 22 por la noche.


Más información y Contactos.
Coordinación de entrevistas y prensa:
Blanca Diego 087314235. Lourdes Vallejo, 098986210. Vinicio Pastor 084057079
Correo: casosucumbios@gmail.com
Más información en www.isamis2010.blogspot.com
Para seguir el ayuno por radio: www.corape.org, www.radiosucumbios.org.ec


Antecedentes del conflicto: 2 El pasado jueves 19 de mayo, la Conferencia Episcopal decidió la salida de los Heraldos del Evangelio de la provincia; salida que se produjo bajo escolta policial. Ahora la jerarquía máxima de la iglesia católica debe resolver la situación que ha puesto en peligro la paz social de la provincia.

La situación solamente podrá resolverse con el reconocimiento de la Asamblea Diocesana como órgano máximo de representación de la iglesia católica de la provincia, según sus miembros.

Otra demanda de la población local es la restitución de derechos, como los derechos del personal de Radio Sucumbíos, despedido de forma verbal e intempestiva por la Administración del P. heraldo Rafel Ibarguren. Así como garantías para el Hogar Infantil.

La tensión en Sucumbíos se elevó en las últimas cuatro semanas con los despidos improcedentes e impago de trabajadores durante al mensos cuatro meses del Hogar Infantil, y el allanamiento violento e ilegal así como el despido verbal intempestivo del personal de Radio Sucumbíos, que se produjo el pasado lunes 16 de mayo.

Antes de la llegada de los Heraldos del Evangelio, la emisora y el Hogar Infantil eran proyectos sociales bajo la coordinación y supervisión del Vicariato de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos y de la Asamblea Diocesana.

Los Heraldos del Evangelio, son una asociación religiosa de corte jerárquica, reconocida en los círculos más conservadores de la iglesia Católica de Roma. Sus orígenes se sitúan en Brasil de la mano del movimiento Tradición, Familia y Propiedad. Esta línea de actuación y pensamiento entra en contradicción con el modelo social y comunitario que lleva Sucumbíos por más de cuatro décadas.

Para Monseñor Gonzalo López Marañón, constructor y motor por 40 años del modelo horizontal y participativo de Iglesia-comunidad, su ayuno puede contribuir a curar heridas y reconstruir el tejido humano social y eclesiástico.

El ayuno de Monseñor será vigilado de cerca por la Cruz Roja y algunos médicos, así como un dispositivo de seguridad. Todo ello para garantizar la salud y la tranquilidad del Obispo que reza por la paz en Ecuador



Reseña del Conflicto que ocasionan los Heraldos del Evangelio en Sucumbíos
Equipo de documentación
Síntesis de la información
24 de Mayo de 2011


Sucumbíos es una provincia del Ecuador ubicada en la Amazonía, fue reconocida como tal en 1989. Originalmente estuvo habitada por Sionas, Secoyas, Cofanes, Shuaras y, más tarde, también por los Kichua que llegaron en la época de la explotación de caucho. Esta provincia se pobló en mayor medida desde que comenzó la actividad petrolera, y como resultado del proceso de reforma agraria y colonización de tierras “baldías” desde la década del setenta del siglo pasado que impulsó la actividad maderera y agrícola. Por ser frontera con Colombia, las autoridades lidian permanentemente con contrabandistas, traficantes de armas, narcóticos, combustible, etc., así que está militarizada y se ve precisada a brindar acogida a miles de desplazados por la violencia en Colombia.

En medio de estas condiciones, desde 1929, surgió y creció la Iglesia de Sucumbíos. Desde hace cuarenta años, esta Iglesia le ha dado forma al tejido social que cultiva un sentido de futuro, de solidaridad, de acción de paz activa en la conquista de los derechos personales y colectivos, y, de convivencia pacífica, siguiendo lo que establece el Concilio Vaticano II, las Conferencias de Medellín, Puebla y Aparecida.

Hace dos años, Mons. Gonzalo López Marañón renunció a sus funciones como Vicario Apostólico de Sucumbíos cuando alcanzó el límite de edad, tal como lo establece el derecho canónico. Conforme a ello también, presentó dos ternas a las autoridades eclesiásticas con los nombres de los que él veía como posibles reemplazos.

Pasaron dos años de silencio sin respuesta, cuando tras una visita apostólica fugaz a Sucumbíos del Cardenal Iván Días (de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos), se anuncia en octubre del 2010 y de forma sorpresiva que se encomienda la misión evangelizadora del Vicariato de Sucumbíos a la Sociedad Clerical Virgo Flos Carmeli, y al P. Rafael Ibarguren Schindler como su Administrador Apostólico. En la carta del Cardenal Días a Mons. López Marañón, donde le informa de su decisión, se le dice también que el Administrador tiene la tarea de “implantar” un nuevo trabajo pastoral conforme a las recomendaciones del informe de la visita apostólica.

El Administrador Apostólico, P. Ibarguren, se posesionó a finales de Octubre del 2010 y con él llegaron los sacerdotes de su Sociedad Clerical, no reconocida en el Ecuador, y varios integrantes de la Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontifico Heraldos del Evangelio, rama legalizada por el Vaticano de la Sociedad para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad. Llegaron vestidos a la usanza medieval, con botas hasta la rodilla, aire marcial, estandartes, cadenas al cinto y la espada de Santiago bordada en el hábito de color marrón.

Los y las integrantes de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, luego de haber realizado reiterados e infructuosos esfuerzos para acercarse, conocerles y dialogar con ellos en los meses de noviembre y diciembre del 2010, comprendieron que el Administrador Apostólico y los Heraldos del Evangelio debían irse de la provincia. También comprendieron que era necesario alertar al Gobierno ecuatoriano sobre el riesgo que implicaba la presencia de estos sacerdotes para la provincia y la seguridad del Estado. Tal ha sido su convicción respecto a la gravedad de la situación que iniciaron una vigilia el 7 de enero en la catedral de Nueva Loja, capital de Sucumbíos. Sin importar el esfuerzo, el agotamiento, las provocaciones y las dificultades que están soportando desde el principio, la vigilia se mantiene.

En la reunión extraordinaria de la Asamblea Diocesana del 7 de enero, se pudieron escuchar testimonios que confirmaban que los Heraldos del Evangelio son una sociedad clerical que impulsa ideas, creencias y prácticas pre-Concilio Vaticano II, que sus miembros realizan una labor disociadora, orientada a dividir, desmantelar y destruir a la comunidad cristiana que cobró forma en los cuarenta años de trabajo pastoral anteriores, y que son una amenaza para la paz social por su estilo de acercamiento que aviva fanatismos, solivianta a las personas y familias económicamente poderosas y a figuras políticas, policiales y militares reconocidas varias de ellas como corruptas.

Pocos días después de la reunión de la Asamblea Diocesana (que reúne a laicos, curas diocesanos, misioneros y misioneras, comunidades eclesiales de base, etc. y que es el órgano máximo de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos), la situación trascendió los límites eclesiales. Las organizaciones sociales, personalidades y autoridades de la provincia constataron por sí mismas el riesgo que representan los Heraldos del Evangelio para la paz y la seguridad del Estado, cuando vieron su forma de actuar en barrios, comunidades y cuarteles militares; y cuando les escucharon en las misas y en un programa de evangelización que trasmitían a través de la Radio Sucumbíos. Observaron también el comportamiento agresivo y violento que adoptaron algunos miembros del Movimiento de Renovación Carismática en Sucumbíos que se unieron a los Heraldos del Evangelio.

Desde enero y en los meses siguientes, organizaciones sociales de la provincia, alcaldes y Asamblea Diocesana le piden al Gobierno ecuatoriano que, en representación de la ciudadanía y en uso de las atribuciones que le confiere la Constitución, solicite al Estado del Vaticano que retire a sus funcionarios y, que de no escucharle, aplique la potestad de veto para que se vayan de Sucumbíos.

Unas tres mil quinientas personas exigieron la salida de Los Heraldos del Evangelio marchando por las calles de Nueva Loja el 11 de marzo y, apenas nueve días después, el 20 de marzo, se concentraron aproximadamente dos mil ochocientas personas, por decisión espontánea de los radioescuchas de Radio Sucumbíos, en el Parque Central de la ciudad, en una manifestación de respaldo a la Radio amenazada por el Administrador Apostólico con despidos de sus trabajadores por estar junto a la Asamblea Diocesana.

El mismo día 20 de marzo, el Administrador Apostólico, los Heraldos del Evangelio y sus adeptos realizaron una caravana motorizada de unas dos mil personas por las calles de Nueva Loja. Al frente de la marcha ondeaba flamante la bandera del Vaticano, haciendo ostentación del poder económico de sus seguidores y evidenciando sus nexos con sectores conservadores recalcitrantes de la provincia. Ese día, las autoridades gubernamentales y municipales tuvieron que aplicarse a fondo para prevenir e impedir actitudes de provocación y posibles confrontaciones.

El 9 de marzo, en la Condecoración a Mons. Gonzalo López Marañón con la Orden al Mérito en el Grado de Caballero, el Presidente de la República, luego de que su gobierno constatara lo que ocurría y haber tenido que intervenir previniendo enfrentamientos, manifestó públicamente su pedido al Vaticano de que sea sensible a lo que esta congregación está ocasionando en una zona muy delicada del territorio e insistió en que no debería forzarse al Gobierno a vetar la presencia de estos funcionarios en el Ecuador, haciendo uso, para ello, de la potestad que le da el Modus Vivendi suscrito entre el Ecuador y el Vaticano en 1937.

Diez días después, el Gobierno ecuatoriano recibió la respuesta del Vaticano. El Papa había designado a Mons. Ángel Polibio Sánchez, Obispo de la Diócesis de Guaranda y Secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, como su Delegado para representar a la jurisdicción eclesiástica del Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos ante la Autoridad civil y para coadyuvar en la acción pastoral del mismo Vicariato. Es decir, se reconoce que hay un conflicto y se nombra un mediador.

La Asamblea Diocesana de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos agradeció la decisión del Vaticano porque con ella estaría reconociendo que hay un conflicto en la Iglesia y con el Estado Ecuatoriano. Pero la Asamblea también advierte, a través de comunicados públicos, que la medida es insuficiente dada la gravedad del conflicto al momento. La Asamblea anunció que dialogará con el Delegado Pontifico una vez que los Heraldos del Evangelio se hayan marchado de la provincia, con el objetivo de superar las heridas que se han abierto y orientar la actividad pastoral tomando en cuenta las lecciones que deja esta situación.

La Semana Santa fue un momento en que se pudo ver el grado de fractura de la sociedad sucumbiense. Según el relato de las personas, la procesión de Viernes Santo convocaba en promedio a unas 10 mil personas hasta hace un año atrás. Esta vez, hubo dos programaciones, una liderada por la Asamblea Diocesana y otra por los Heraldos del Evangelio. En la primera estuvo la gente de a pie, sencilla y pobre pero en todas las comunidades urbanas y rurales. En la segunda, estuvo sobre todo la gente de dinero concentrada en la ciudad de Nueva Loja. Dos estilos, dos modos de vivir y hacer Iglesia.

El 2 de mayo pasado, el Papa Benedito XVI dio la orden de expulsión de los seis Padres Carmelitas de Sucumbíos, en la idea equivocada de que son aquellos quienes azuzan la desobediencia a su autoridad y expulsados ellos, el conflicto terminaría. Además, lo hizo en contracorriente al pedido del Gobierno Ecuatoriano. Los Carmelitas obedientemente iniciaron su salida de la provincia, pero esta decisión papal hirió a la población profundamente. La población llevaba meses soportando en silencio la campaña difamatoria en contra de sacerdotes, misioneros, agentes de pastoral y en contra de dirigentes sociales a través de los medios de comunicación locales. Así como estaban soportando pacientemente las acciones divisionistas en las comunidades que realizan dichos sacerdotes.

El lunes 16 de mayo los Heraldos del Evangelio entran en Radio Sucumbíos, con una orden de despido para todo el personal y tratan de tomar el control de las instalaciones, amparados en una autorización firmada por el Delegado Pontificio –el mediador- pero sin respetar el debido proceso. A pocos minutos de este hecho, varias personas de las organizaciones sociales llegan a la Radio y se presencian los hechos de allanamiento. Un grupo, sin pensarlo dos veces, sacan por la fuerza a los Heraldos del Evangelio y se toman las instalaciones demandando la presencia de autoridades del gobierno ecuatoriano para que saque a los Heraldos de Sucumbíos antes de que la propia gente los saque por sus propias manos.

En menos de media hora, la calle de acceso a la Radio se abarrota de personas que van a defender su emisora, y que exige la expulsión de los Heraldos del país. Al atardecer del día siguiente, como los ánimos no bajaban, las organizaciones sociales canalizaron la toma pacífica de la Catedral y las instalaciones de la parroquia para que la población no cayera en la espiral de violencia que estaba cobrando forma y amenazaba con irse de las manos.

En este momento, el gobierno ecuatoriano exige a las autoridades eclesiásticas que resuelvan la situación en las siguientes 24 horas, antes de que estalle la violencia. Por su parte, la Policía dispone un contingente en varios puntos de la ciudad de Nueva Loja para impedir enfrentamientos violentos, así como un dispositivo frente a la radio para impedir el desalojo de los trabajadores, que ya para entonces se habían declarado en huelga

El jueves 19 de mayo, los Heraldos del Evangelio son expulsados de Sucumbíos y salen escoltados por la policía y acompañados por unas 100 personas del Movimiento Carismático. La caravana llega hasta el puesto militar de Santa Cecilia que controla el paso de personas. Más allá, enterados de que se iban, la población asentada al pie de la carretera, se volcó sobre ella para confirmar y reconfirmar que se iban y gritarles a su paso que se fueran para siempre.

Los Heraldos del Evangelio dejan tras de sí una iglesia y una sociedad dividida y enfrentada. La Asamblea Diocesana de San Miguel de Sucumbíos continúa la vigilia, la Coordinadora de Organizaciones Sociales de Sucumbíos se mantiene en alerta hasta cuando se perfile una situación saludable. Por su parte, el Movimiento Carismático redobla su campaña de difamaciones, calumnias, amenazas, amedrentamientos, agresiones incluso físicas en las que las autoridades judiciales han intervenido violentando derechos, en contra de los animadores de las comunidades y dirigentes de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de Sucumbíos. Las autoridades gubernamentales mantienen sus dispositivos de seguridad activados las veinticuatro horas.

El Delegado Pontificio se ha puesto al frente de la administración del Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos. Los Heraldos del Evangelio se van de Sucumbíos definitivamente. Los seis Carmelitas Descalzos también se van, otros llegarán en su reemplazo.

Monseñor Gonzalo López Marañón, consternado, inicia el 24 de mayo un ayuno indefinido por la reconciliación en Sucumbíos, una provincia que ha vivido en carne propia los intereses cruzados de la iglesia y su jeraquía.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Semana del Detenido - Desaparecido

Programa de Actividades de la Semana Internacional del detenido desaparecido en el marco de la Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada


Semana del 23 al 30 de Mayo.


Estimadas organizaciones, familiares y personas solidarias que integran la Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada:


Ante el alarmante incremento de casos de desapariciones forzadas que se están cometiendo en nuestro país es necesario que denunciemos con mayor fuerza esta grave violación a los derechos humanos y hagamos visible nuestra exigencia de presentación con vida de los desaparecidos, además de justicia y castigo a los culpables de este crimen de lesa humanidad.


La última semana de mayo ha sido nombrada por la ONU como la Semana Internacional del detenido-desaparecido, motivo por el cual, desde la Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada estamos proponiendo llevar a cabo una serie de actividades en la ciudad de México y en varios estados de la república.


Por esa razón queremos invitar a todas las organizaciones, familiares y personas solidarias que deseen sumarse al programa de actividades de la Semana Internacional del Detenido-Desaparecido.


Así mismo estamos solicitando de su solidaridad para apoyo logístico, y poder ayudar con algo a nuestros compañeros que vengan de otros Estados. Si está en sus posibilidades poder ayudar favor de comunicarse con nosotros al siguiente correo: desaparecidos.presentacion@gmail.com


Esperamos contar con su apoyo y solidaridad.

Por la presentación con vida de los desaparecidos.

Juicio y castigo a los culpables.

Fraternalmente


Coordinación de la Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada



Programa de Actividades

Lunes 23 de Mayo


Lugar: Casa de la Solidaridad (Patricio Sanz 449. Colonia del Valle. Ciudad de México)
9:00-13:00 Taller sobre Documentación para familiares, organizaciones o personas que trabajan la desaparición forzada o están interesadas en trabajar el tema. Uso de documentación básica para la denuncia de casos de Desaparición Forzada.
15:00-19:00 Exposición de expertos del CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular de Colombia) sobre Base de datos sobre desaparición forzada y aspectos psicosociales.

Martes 24 de Mayo

Lugar: Casa de la Solidaridad (Patricio Sanz 449. Colonia del Valle. Ciudad de México)
10:00-19:00 Taller de Seguridad para organizaciones o personas que trabajan la desaparición forzada o están interesadas en trabajar el tema.


Miércoles 25 de Mayo

Lugar: Casa de la Solidaridad (Patricio Sanz 449. Colonia del Valle. Ciudad de México)
11:00 Conferencia de Prensa: A cuatro años de la desaparición forzada de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto cruz Sánchez (COMED y Familiares)
Lugar: Paraninfo de la facultad de Derecho. Oaxaca 11:00 Foro en la ciudad de Oaxaca: Desapariciones forzadas en Oaxaca, el rostro de la impunidad: Pendientes del Nuevo Gobierno


Jueves 26 de Mayo

Lugar: Auditorio Ché Guevara. Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM
17:00 Conferencia Magistral: Sobre la necesidad de tipificar las desapariciones forzadas en los estados y la promulgación de la ley general contra la desaparición forzada.
Ponentes: Jorge Fernández Souza (COMED), Sergio Méndez Silva (CMDPDH) y dos ponentes más por confirmar.


Viernes 27 de Mayo
Lugar: Sala Sandoval Vallarta de la UAM-Iztapalapa. 17:00 Mesa Redonda:Los crímenes de lesa humanidad bajo el pretexto de la Delincuencia Organizada. Ponentes: Carlos Fazio, Adela Cedillo y dos ponentes más por confirmar.


Sábado de 28 de mayo
Lugar: Casa de la Solidaridad (Patricio Sanz 449. Colonia del Valle. Ciudad de México) 10:00 Encuentro de familiares, organizaciones y personas que integran la Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada, así como de todos los interesados en sumarse a la Campaña (para realizar balance de la campaña y propuestas de trabajo)

Domingo 29 Mayo
Lugar: Zócalo de la Ciudad de México
16:00 Evento Político-Cultural
También se realizarán en Morelia, Michoacán, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Puebla, Puebla, Jalapa, Veracruz, y Pachuca, Hidalgo.


Lunes 30 Mayo
Lugar: Hemiciclo a Juárez a Gobernación en la Ciudad de México
10:00 Marcha–Mitin en México DF, en San Cristóbal de la Casas, Chiapas, Morelia, Michoacán, Puebla, Jalapa
, Veracruz y la ciudad de Pachuca, Hidalgo

martes, 10 de mayo de 2011

CARTA ABIERTA DE ADOLFO PEREZ ESQUIVEL A BARACK OBAMA. DE NOBEL A NOBEL

El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, escribió una carta para el presidente de Estados Unidos. Un escrito de Nobel a Nobel que vale la pena leer.



Estimado Barack:

Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver cómo la destrucción y muerte sembradas en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, terminan justificando el asesinato y es festejado como si se tratase de un acontecimiento deportivo.



Indignación por la actitud de sectores de la población de los EE.UU., de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia.


No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda; el objetivo fue asesinarlo.


Los muertos no hablan, y ante el miedo a que el ajusticiado pudiera decir cosas no convenientes para los EE.UU., la salida fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.


Cuando te otorgaron el Premio Nobel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía: “Barack, me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nobel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la paz entre los pueblos; tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.


Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Nada de eso has logrado hacer; por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.



La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice: “Nosotros los pueblos del mundo…”, hoy ausentes de ese alto organismo.



Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton, quien dice: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.



Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra.



Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.



Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.



He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.



La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.



Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.



Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.



Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.



Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.



A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte.



Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, con el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”.



La palabra vaciada de valores y contenido, por lo que al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías?



¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.



La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.


No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.


¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?


¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?


¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?


¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?


¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?


Barack: mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano.


Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.


El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.


Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.


Buenos Aires, 5 de mayo de 2011


Un día como hoy, hace 34 años, volví a la vida; tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EE.UU., y gracias a Dios sobreviví y tuve que salir por arriba del laberinto de la desesperación, y descubrir en las estrellas el camino para poder decir, como el profeta: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.




http://www.mdzol.com/mdz/nota/293810-de-nobel-a-nobel-carta-abierta-de-perez-esquivel-a-obama/

Una nota de Xabier Pikaza sobre ISAMIS

Sucumbíos. Artículo 1º: El Jefe tiene siempre razón




Me habían pedido una opinión sobre Sucumbíos. Algo sabía de la noticia, pero podían ser rumores,no me parecía prudente publicarla. Ahora que está en muchos medios, puedo referirme a ella. Se ha cumplido (parece cumplirse, de forma inexorable) el Artículo 1º de la Ley del Jefe. Pero no olvidemos que una cosa es la fuerza y otra la razón, incluso (y sobre todo= en la Iglesia.

Era la noticia que querían algunos, como los que se manifiestan arriba, sin rostro, pura pancarta. Es evidente que están movilizados por algunos. Podría poner cien y mil fotos distintas, de gente con rostro (¡algunos conocidos!), defendiendo a los carmelitas... Pero no he querido poner la pancarta de aquellos que se oponen, (¿pagados? ¡sin rostro!) que dicen que 40 años de carmelitas han sido suficientes.

Lo que pasa en Sucubíos puede parecer pequeño (¿qué importan seis carmelitas en una selva perdida, en el conjunto de la Gran iglesia?), pero resulta muy significativo. Por eso lo recojo con tristeza, de un modo cordial, diciendo que puede consumarse la "machada" de algunos (¡ése me parece el mejor nombre, y así lo dejo, con su ambigüedad!), y lo hago con tristeza inmensa, por la Iglesia, por la verdad. Ciertamente, yo recojo y valoro la noticia desde mi perspectiva (sabiendo que otros tendrán otra, que deberá exponerse, y hay lugares donde se expone).

El Papa Benedicto XVI, a través de la Conferencia de Religiosos y del P. General de los Carmelitas Descalzos, exige la salida de los seis misioneros carmelitas del Vicariato de Sucumbíos. Parece que ha sido el mismo Papa quien, ante la “gravedad del caso”, ha mandado llamar al General de los Carmelitas, dándole la Orden de que sus seis frailes salgan de Sucumbíos (y no sigan dando escándalo, como Mons. Gonzalo López OCD, Obispo Emérito, que se mantiene firme en el Convento de los Carmelitas de Quito, en vez de volverse a España o a otro lugar escondido). Ésta es la información recibida de http://isamis2010.blogspot.com/


Es una noticia muy triste.

En un post anterior (http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2011/03/20/p291793#more291793), titulado “El Papa da marcha atrás en Sucumbíos (Ecuador) y nombra a un Delegado Pontificio”… (en la línea del wishful thinking, que en ese caso era pensamiento bondadoso) , yo había pensado que las cosas podían resolverse a satisfacción de todos, sin vencedores ni vencidos. Pero no ha sido ése el caso, sino que se ha impuesto (o quiere imponerse) el más fuerte, en la línea de lo que en castellano de muchos países se llama una “Gran Machada”, pues, como dicen en Galicia “donde hay patrón non mancha mariñeiro”.

En otros momentos, el Vaticano y sus nuncios sabían “política” y había cosas como éstas que no hacían; sabían jugar mejor, no entregaban así a unos peones (yo diría “reyes”) del ajedrez del evangelio a las tinieblas exteriores. Ahora parece que han perdido la política y sólo les queda la fuerza, y así se han impuesto. ¡Válame Dios, las cosas que pasan en estos tiempos recios!

No es que los carmelitas de Sucumbíos fueran absolutamente angélicos, no es que una mayoría de los cristianos de la zona (que llevan seis meses protestando) fueran arcangélicos, pero era gente que, con sus defectos, creía en el evangelio, por el que había entregado la vida. Han protestado, han defendido su línea pastoral… Pero el P. Rafael y sus Heraldos van por todas, y parece que el Vaticano les ha dado la razón, apelando a fuerza (que no es casi nunca razón).

Éstos son algunos de los datos de fondo (y de las posibles consecuencias):

a) Los seis Carmelitas que quedaban han recibido la orden de salir de Sucumbíos, irrevocablemente, pues (eso se supone) han sido y son “mala gente”. No se les pregunta si quieren o no, se les manda, sin tener en cuenta lo que han hecho por la iglesia (¡toda una vida entregada por ella!), ni la voluntad de la gente, que se viene manifestando desde hace seis meses. Es muy posible que esa gente, que defiende a los carmelitas, haya “exagerado”, pero imponerles un obispo, a la fuerza, en contra de su voluntad, va en contra de la tradición de la Iglesia.



b) Parece que el P. Rafael(que sería el nuevo obispo, de los Heraldos ), ha dicho al General de los Carmelitas que expulse a los seis “malos” y que le mande tres buenos y obedientes, que les encontrará un lugar donde podrán trabajar… ¿Sabe el P. Rafael y sabe el Vaticano, si eso se cumple, que ésa es una forma mala (de las peores) de dividir a los hermanos, de enfrentar a carmelitas con carmelitas? Cambiar a seis “malos” por tres buenos sería la peor opción de todas, la menos evangélica.

c) Si hay enfrentamientos hasta el final... puede haber algún tipo de “excomuniones” (más o menos jurídicas), y eso sería el principio del fin de la Iglesia en Sucumbíos, un campo abonado para grupos pentecostales extremos (a los que no quiero criticar, pero que no van en la línea de la Gran Iglesia Católica); ojo sobre lo que he venido diciendo estos días refiriéndome a grupos de fondo más o menos cristiano que actúan por doquier. No se extrañe nadie si las “sectas” (perdonen el nombre) triunfan… pues hay un tipo de Iglesia que corre el riesgo de volverse sectaria (una secta más grande, pero igualmente secta)

He sido cocinero antes que fraile y algo sé de administración eclesial. Por lo que he oído y por lo que imagino, pueden darse algunas cosas de estas:

a) Algunos carmelitas podrían pedir la exclaustración y quedarse en la zona, para cumplir su opción de Iglesia (que podría estar para ellos por encima de una orden papal…). Hoy son muchos los que no ven claro que el Papa pueda mandar a los frailes por encima de su conciencia (precisamente porque el voto de obediencia es voto de conciencia cristiana).

b) Por otra parte, los carmelitas en litigio podrían pedir un juicio canónico, y el tema lleva tiempo, y complicaciones…. No se les puede “echar” en conjunto, sino sólo uno a uno, y con razones… Tengo la impresión de que el Derecho Canónico (si es que optan por apelar al Derecho Canónico) terminaría dando razón a los frailes con sufrimiento de todos.

c) Los nuevos “amos” (los Heraldos del P. Rafael) han bloqueado ya las cuentas de Radio Sucumbíos (es decir del Vicariato), quedando así sin medios para seguir emitiendo y ofreciendo una voz que era necesaria en Sucumbíos.

d) Los Heraldos han tomado también el Hogar Infantil que era de Isamis (y que había) realizado una labor esencial en la misión, en línea de solidaridad y gratuidad, con los más indefensos…

e) Finalmente, a los curas diocesanos (a los que el el obispo Rafael había promovido, para que fueran en pocos años autónomos y pudieran crear su propia diócesis) les han quitado el seguro y les han dejado sin medios (sin los 60 dólares mensuales para sobrevivir en una zona de pobreza como ésta).

Esto es algo de lo que está pasando en Sucumbíos.

Debo confesar que me equivoqué en el post anterior, cuando afirmaba que el Papa podía haber dado marcha atrás (¡ha triunfado el peor de todos los realismos, no el wishful thinking al servicio de toda la Iglesia). No sé si hubiera sido “machada” el triunfo de la otra línea… Pero ésta me parece una Machada Mayor (aunque la firme el Nuncio, en nombre del Vaticano). Puse el otro día un post con el título de “Dios habla recto con renglones torcidos”. Éstos me parece ya demasiado torcidos. Si alguien que lee esto puede hacer que cambien algo las cosas, que lo haga.

Nos queda la oración y mantener la cordura, en línea de evangelio, en la línea de Santa Teresa, experta en oficios oscuros de nuncios oscuros.

Quizá puede servir de información el trabajo de Nadia Arrobo Rodas en http://isamis2010.blogspot.com/ del pasado cinco de mayo.

Me da una pena inmensa informar de esto… Es evidente que hay otros que dirán que es buena noticia, que al fin triunfa el “poder de la Iglesia” que expulsa a “seis malos” de Sucumbíos… Pero yo pienso, así, como vengo diciendo, y presento mi visión en público, para que otros puedan opinar..., pero ruego que lo hagan con mesura y cordialidad evangélica.

Para mí es una tristísima noticia. Es triste porque ésta es mi iglesia. Y es triste, porque de un modo indirecto, a pesar de sus defectos, estimo, admiro y quiero a los Carmelitas Descalzos de Sucumbíos.

No sé lo que haréis amigos carmelitas de Subumbíos (a los que, como he dicho conozco bien, aunque de un modo indirecto):

Me atrevo a desearos mucha paz, de manera que podáis hacer lo que os dicte el corazón, y la fe recia de cristianos “viejos” (es decir, de los de siempre) que habéis mostrado. Otros muchos y yo os seguiremos admirando, compañeros de camino y de evangelio. Xabier Pikaza


http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2011/05/08/p294951#more294951

lunes, 9 de mayo de 2011

El discurso de Javier Sicilia en el Zócalo


8 mayo, 2011

Tal vez la era se convierta por completo en un tiempo de penuria. Pero tal vez no, todavía no, aún no, aun a pesar de la inconmensurable necesidad, a pesar de todos los sufrimientos, a pesar de un dolor sin nombre, a pesar de la ausencia de paz en creciente progreso, a pesar de la creciente confusión.
Heidegger


(Nuestro) peso es (nuestro) amor; a donde quiera que se (nos) lleve, es él quien nos lleva. (Ese) don que proviene de (nosotros) nos inflama y nos eleva: (nosotros) ardemos y vamos.
San Agustín


Hemos llegado a pie, como lo hicieron los antiguos mexicanos, hasta este sitio en donde ellos por vez primera contemplaron el lago, el águila, la serpiente, el nopal y la piedra, ese emblema que fundó a la nación y que ha acompañado a los pueblos de México a lo largo de los siglos. Hemos llegado hasta esta esquina donde alguna vez habitó Tenochtitlan –a esta esquina donde el Estado y la Iglesia se asientan sobre los basamentos de un pasado rico en enseñanzas y donde los caminos se encuentran y se bifurcan–; hemos llegado aquí para volver a hacer visibles las raíces de nuestra nación, para que su desnudez, que acompañan la desnudez de la palabra, que es el silencio, y la dolorosa desnudez de nuestros muertos, nos ayuden a alumbrar el camino.


Si hemos caminado y hemos llegado así, en silencio, es porque nuestro dolor es tan grande y tan profundo, y el horror del que proviene tan inmenso, que ya no tienen palabras con qué decirse. Es también porque a través de ese silencio nos decimos, y les decimos a quienes tienen la responsabilidad de la seguridad de este país, que no queremos un muerto más a causa de esta confusión creciente que sólo busca asfixiarnos, como asfixiaron el aliento y la vida de mi hijo Juan Francisco, de Luis Antonio, de Julio César, de Gabo, de María del Socorro, del comandante Jaime y de tantos miles de hombres, mujeres, niños y ancianos asesinados con un desprecio y una vileza que pertenecen a mundos que no son ni serán nunca los nuestros; estamos aquí para decirnos y decirles que este dolor del alma en los cuerpos no lo convertiremos en odio ni en más violencia, sino en una palanca que nos ayude a restaurar el amor, la paz, la justicia, la dignidad y la balbuciente democracia que estamos perdiendo; para decirnos y decirles que aún creemos que es posible que la nación vuelva a renacer y a salir de sus ruinas, para mostrarles a los señores de la muerte que estamos de pie y que no cejaremos de defender la vida de todos los hijos y las hijas de este país, que aún creemos que es posible rescatar y reconstruir el tejido social de nuestros pueblos, barrios y ciudades.



Si no hacemos esto solamente podremos heredar a nuestros muchachos, a nuestras muchachas y a nuestros niños una casa llena de desamparo, de temor, de indolencia, de cinismo, de brutalidad y engaño, donde reinan los señores de la muerte, de la ambición, del poder desmedido y de la complacencia y la complicidad con el crimen.


Todos los días escuchamos historias terribles que nos hieren y nos hacen preguntarnos: ¿Cuándo y en dónde perdimos nuestra dignidad? Los claroscuros se entremezclan a lo largo del tiempo para advertirnos que esta casa donde habita el horror no es la de nuestros padres, pero sí lo es; no es el México de nuestros maestros, pero sí lo es; no es el de aquellos que ofrecieron lo mejor de sus vidas para construir un país más justo y democrático, pero sí lo es; esta casa donde habita el horror no es el México de Salvador Nava, de Heberto Castillo, de Manuel Clouthier, de los hombres y mujeres de las montañas del sur –de esos pueblos mayas que engarzan su palabra a la nación– y de tantos otros que nos han recordado la dignidad, pero sí lo es; no es el de los hombres y mujeres que cada amanecer se levantan para ir a trabajar y con honestidad sostenerse y sostener a sus familias, pero sí lo es; no es el de los poetas, de los músicos, de los pintores, de los bailarines, de todos los artistas que nos revelan el corazón del ser humano y nos conmueven y nos unen, pero sí lo es. Nuestro México, nuestra casa, está rodeada de grandezas, pero también de grietas y de abismos que al expandirse por descuido, complacencia y complicidad nos han conducido a esta espantosa desolación.


Son esas grietas, esas heridas abiertas, y no las grandezas de nuestra casa, las que también nos han obligado a caminar hasta aquí, entrelazando nuestro silencio con nuestros dolores, para decirles directamente a la cara que tienen que aprender a mirar y a escuchar, que deben nombrar a todos nuestros muertos –a esos que la maldad del crimen ha asesinado de tres maneras: privándolos de la vida, criminalizándolos y enterrándolos en las fosas comunes de un silencio ominoso que no es el nuestro–; para decirles que con nuestra presencia estamos nombrando esta infame realidad que ustedes, la clase política, los llamados poderes fácticos y sus siniestros monopolios, las jerarquías de los poderes económicos y religiosos, los gobiernos y las fuerzas policiacas han negado y quieren continuar negando. Una realidad que los criminales, en su demencia, buscan imponernos aliados con las omisiones de los que detentan alguna forma de poder.


Queremos afirmar aquí que no aceptaremos más una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado maniatado y cooptado al usar los instrumentos de éste para erosionar las mismas esperanzas de cambio de los ciudadanos. O ¿dónde estaban los partidos, los alcaldes, los gobernadores, las autoridades federales, el ejército, la armada, las Iglesias, los congresos, los empresarios; dónde estábamos todos cuando los caminos y carreteras que llevan a Tamaulipas se convirtieron en trampas mortales para hombres y mujeres indefensos, para nuestros hermanos migrantes de Centroamérica? ¿Por qué nuestras autoridades y los partidos han aceptado que en Morelos y en muchos estados de la República gobernadores señalados públicamente como cómplices del crimen organizado permanezcan impunes y continúen en las filas de los partidos y a veces en puestos de gobierno? ¿Por qué se permitió que diputados del Congreso de la Unión se organizaran para ocultar a un prófugo de la justicia, acusado de tener vínculos con el crimen organizado y lo introdujeron al recinto que debería ser el más honorable de la patria porque en él reside la representación plural del pueblo y terminaran dándole fuero y después aceptando su realidad criminal en dos vergonzosos sainetes? ¿Por qué se permitió al presidente de la República y por qué decidió éste lanzar al ejército a las calles en una guerra absurda que nos ha costado 40 mil víctimas y millones de mexicanos abandonados al miedo y a la incertidumbre? ¿Por qué se trató de hacer pasar, a espaldas de la ciudadanía, una ley de seguridad que exige hoy, más que nunca una amplia reflexión, discusión y consenso ciudadano? La Ley de Seguridad Nacional no puede reducirse a un asunto militar. Asumida así es y será siempre un absurdo. La ciudadanía no tiene por qué seguir pagando el costo de la inercia e inoperancia del Congreso y sus tiempos convertido en chantaje administrativo y banal cálculo político. ¿Por qué los partidos enajenan su visión, impiden la reforma política y bloquean los instrumentos legales que permitan a la ciudadanía una representación digna y eficiente que controle todo tipo de abusos? ¿Por qué en ella no se ha incluido la revocación del mandato ni el plebiscito?


Estos casos –hay cientos de la misma o de mayor gravedad– ponen en evidencia que los partidos políticos, el PAN, el PRI, el PRD, el PT, Convergencia, Nueva Alianza, el Panal, el Verde, se han convertido en una partidocracia de cuyas filas emanan los dirigentes de la nación. En todos ellos hay vínculos con el crimen y sus mafias a lo largo y ancho de la nación. Sin una limpieza honorable de sus filas y un compromiso total con la ética política, los ciudadanos tendremos que preguntarnos en las próximas elecciones ¿por qué cártel y por qué poder fáctico tendremos que votar? ¿No se dan cuenta de que con ello están horadando y humillando lo más sagrado de nuestras instituciones republicanas, que están destruyendo la voluntad popular que mal que bien los llevó a donde hoy se encuentran?
Los partidos políticos debilitan nuestras instituciones republicanas, las vuelven vulnerables ante el crimen organizado y sumisas ante los grandes monopolios; hacen de la impunidad un modus vivendi y convierten a la ciudadanía en rehén de la violencia imperante.


Ante el avance del hampa vinculada con el narcotráfico, el Poder Ejecutivo asume, junto con la mayoría de la mal llamada clase política, que hay sólo dos formas de enfrentar esa amenaza: administrándola ilegalmente como solía hacerse y se hace en muchos lugares o haciéndole la guerra con el ejército en las calles como sucede hoy. Se ignora que la droga es un fenómeno histórico que, descontextualizado del mundo religioso al que servía, y sometido ahora al mercado y sus consumos, debió y debe ser tratado como un problema de sociología urbana y de salud pública, y no como un asunto criminal que debe enfrentarse con la violencia. Con ello se suma más sufrimiento a una sociedad donde se exalta el éxito, el dinero y el poder como premisas absolutas que deben conquistarse por cualquier medio y a cualquier precio.


Este clima ha sido tierra fértil para el crimen que se ha convertido en cobros de piso, secuestros, robos, tráfico de personas y en complejas empresas para delinquir y apropiarse del absurdo modelo económico de tener siempre más a costa de todos.


A esto, ya de por sí terrible, se agrega la política norteamericana. Su mercado millonario del consumo de la droga, sus bancos y empresas que lavan dinero, con la complicidad de los nuestros, y su industria armamentista –más letal, por contundente y expansiva, que las drogas–, cuyas armas llegan a nuestras tierras, no sólo fortalecen el crecimiento de los grupos criminales, sino que también los proveen de una capacidad inmensa de muerte. Los Estados Unidos han diseñado una política de seguridad cuya lógica responde fundamentalmente a sus intereses globales donde México ha quedado atrapado.


¿Como reestructurar esta realidad que nos ha puesto en un estado de emergencia nacional? Es un desafío más que complejo. Pero México no puede seguir simplificándolo y menos permitir que esto ahonde más sus divisiones internas y nos fracture hasta hacer casi inaudibles el latido de nuestros corazones que es el latido de la nación. Por eso les decimos que es urgente que los ciudadanos, los gobiernos de los tres órdenes, los partidos políticos, los campesinos, los obreros, los indios, los académicos, los intelectuales, los artistas, las Iglesias, los empresarios, las organizaciones civiles, hagamos un pacto, es decir, un compromiso fundamental de paz con justicia y dignidad, que le permita a la nación rehacer su suelo, un pacto en el que reconozcamos y asumamos nuestras diversas responsabilidades, un pacto que le permita a nuestros muchachos, a nuestras muchachas y a nuestros niños recuperar su presente y su futuro, para que dejen de ser las víctimas de esta guerra o el ejército de reserva de la delincuencia.


Por ello, es necesario que todos los gobernantes y las fuerzas políticas de este país se den cuenta que están perdiendo la representación de la nación que emana del pueblo, es decir, de los ciudadanos como los que hoy estamos reunidos en el zócalo de la Ciudad de México y en otras ciudades del país.


Si no lo hacen, y se empeñan en su ceguera, no sólo las instituciones quedarán vacías de sentido y de dignidad, sino que las elecciones de 2012 serán las de la ignominia, una ignominia que hará más profundas las fosas en donde, como en Tamaulipas y Durango, están enterrando la vida del país.


Estamos, pues, ante una encrucijada sin salidas fáciles, porque el suelo en el que una nación florece y el tejido en el que su alma se expresa están deshechos. Por ello, el pacto al que convocamos después de recoger muchas propuestas de la sociedad civil, y que en unos momentos leerá Olga Reyes, que ha sufrido el asesinato de 6 familiares, es un pacto que contiene seis puntos fundamentales que permitirán a la sociedad civil hacer un seguimiento puntual de su cumplimiento y, en el caso de traicionarse, penalizar a quienes sean responsables de esas traiciones; un pacto que se firmará en el Centro de Ciudad Juárez –el rostro más visible de la destrucción nacional– de cara a los nombres de nuestros muertos y lleno de un profundo sentido de lo que una paz digna significa.


Antes de darlo a conocer, hagamos un silencio más de 5 minutos en memoria de nuestros muertos, de la sociedad cercada por la delincuencia y un Estado omiso, y como una señal de la unidad y de la dignidad de nuestros corazones que llama a todos a refundar la Nación. Hagámoslo así porque el silencio es el lugar en donde se recoge y brota la palabra verdadera, es la hondura profunda del sentido, es lo que nos hermana en medio de nuestros dolores, es esa tierra interior y común que nadie tiene en propiedad y de la que, si sabemos escuchar, puede nacer la palabra que nos permita decir otra vez con dignidad y una paz justa el nombre de nuestra casa: México.


Comunicado de la Conferencia de Institutos Religiosos de México (CIRM)

Hace tiempo que no escribía, pero ahora estoy de nueva cuenta en camino por el espacio cibernético, animada por la esperanza que pueden surgir de estas nuevas construcciónes sociales que se van forjando en el país.




Comunicado de la CIRM al Pueblo de México.



Tlalnepantla, 1º de mayo de 2011

Los Superiores Mayores de religiosas y religiosos de México reunidos en su 46ª Asamblea Nacional, bajo el lema «Escuchemos a Dios donde la vida clama», preocupados por la situación que vive nuestro país, nos dirigimos al Pueblo de México.

Constatamos que, a la desigualdad e injusticia históricamente arraigadas en nuestro país, se ha sumado en estos últimos años una escalada de violencia que alcanza ya 40,000 muertos, con los consecuentes efectos en las familias, comunidades y en la nación entera.

Denunciamos la cultura de ilegalidad que lleva a la sistemática violación de la dignidad humana, de la vida y de la paz, todo esto agravado por la corrupción e impunidad que imperan en nuestro país. Con esto queremos decir: basta ya de tanta violencia y crueldad vengan de donde vengan, basta ya de tanta sangre derramada, basta ya de corrupción e impunidad.

Como Vida religiosa, optamos por la no violencia. Nos comprometemos a vencer nuestros miedos, a salir de nuestras indiferencias, a romper nuestros silencios, a avivar nuestra fe y a fortalecer nuestra esperanza, para ser, junto con nuestro pueblo, constructores de vida digna, de justicia y de paz.

Las religiosas y religiosos de México nos solidarizamos con las víctimas de toda esta violencia, compartimos su dolor y queremos brindarles consuelo. Nos unimos al movimiento ciudadano que se está gestando en nuestra sociedad, para detener esta espiral de violencia, abrir caminos de reconciliación y buscar alternativas de vida.

Exigimos al Poder Legislativo que escuche a la sociedad y apruebe una ley de seguridad que verdaderamente garantice el respeto a la dignidad de las personas y una ley laboral que garantice los derechos de los trabajadores. Exigimos al Poder Ejecutivo una profunda revisión de las políticas que está implementando ante el problema del narcotráfico y crimen organizado. Exigimos al Poder Judicial una lucha contra la corrupción, una aplicación justa de la ley que respete los derechos humanos y cuide a los inocentes.

Nos unimos a quienes están reclamando la participación activa y vigilante de la ciudadanía, como el principal medio para crear caminos de futuro y esperanza para nuestro querido México.

El testimonio de Javier Sicilia –quien estuvo presente en un momento de nuestra Asamblea– nos motiva a unirnos a este movimiento ciudadano que busca detener la violencia y reclamar un clima de paz para el país. Como Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México invitamos a los miembros de la Iglesia católica y de las demás comunidades cristianas, en particular a los integrantes de nuestras congregaciones, a participar, dondequiera que estemos, en la marcha silenciosa que culmina el 8 de mayo en la Ciudad de México.

Por la Asamblea Nacional de la CIRM:
Silvia Conde, SA y Fernando Torre, MSpS
Presidentes

lunes, 20 de septiembre de 2010

Religios@s en ayuno solidario con el pueblo Mapuche

Sacerdotes y religiosas iniciaron ayuno apoyando huelga Mapuche
Por La Alternativa Publicado: 15 de Septiembre de 2010
Pierre Dubois es un sacerdote francés reconocido por su defensa a los
Derechos Humanos. Debió enfrentar la muerte del padre André Jarlan,
asesinado durante la dictadura por ir a una protesta.

Una verdadera proliferación de ayunos voluntarios apoyando la causa mapuche,
se manifiesta en todo el país.

Siguen proliferando las muestras de apoyo a la causa mapuche. Esta vez,
Sacerdotes diocesanos como Pierre Dubois (en la foto) y Alfonso Baeza; de
los Sagrados Corazones; franciscanos; de Verbo Divino; numerosos jesuitas;
misioneras dominicas y religiosas de diversas otras órdenes, forman parte de
un numeroso grupo de católicos “de vida consagrada” que decidieron iniciar
un ayuno, pidiendo una pronta solución para la situación de los 34
prisioneros mapuches.

Los comuneros presos están en huelga de hambre desde hace ya 68 días, y
entraron en fase de “huelga seca” este lunes. Las expectativas de vida de
dichos procesados por la Ley Antiterrorista legada por el gobierno de
Pinochet, son inciertas.

Mediante un comunicado divulgado en la versión electrónica de la Revista The
Clinic, los religiosos expresan que “como miembros de la Iglesia, sumándonos
a los esfuerzos de los obispos, acogiendo su llamado a orar y reflexionar y
también a organizaciones mapuche que en forma pacífica y activa han estado
acompañando el dolor de sus hermanos por más de dos meses, hacemos esta
Jornada de oración y ayuno solidario por el pueblo mapuche sabiéndonos
enviados por Jesús y su Evangelio de Vida, justicia y verdad”.

Con esta nueva muestra de apoyo, los ayunos voluntarios se transforman en
una verdadera oleada nacional, dado que a los cuatro diputados en huelga de
hambre (Hugo Gutiérrez (PC), Sergio Aguiló, Manuel Monsalves (PS) y Tucapel
Jiménez (PPD), se sumó la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH)
que agrupa a estudiantes universitarios y secundarios, también están
practicando ayuno voluntario escritores como Nicanor Parra y Pedro Lemebel,
el actor Daniel Alcaíno, la Presidenta de la Asociación de Familiares de
Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, además de diversos dirigentes y
personalidades a nivel nacional. Todo mientras el gobierno todavía no se
decide a entablar el diálogo con los huelguistas mapuche y prepara
ostentosas celebraciones para el bicentenario, festividad que ya comienza a
ganar detractores entre el mundo intelectual chileno. La Alternativa


Comunicado de religiosos en ayuno

Nosotros como miembros de la Iglesia, sumándonos a los esfuerzos de los
obispos, acogiendo su llamado a orar y reflexionar y también a
organizaciones mapuche que en forma pacífica y activa han estado acompañando
el dolor de sus hermanos por más de dos meses, hacemos esta Jornada de
oración y ayuno solidario por el pueblo mapuche sabiéndonos enviados por
Jesús y su Evangelio de Vida, justicia y verdad.

Queremos:

1. Que no se siga poniendo en riesgo la vida de nuestros hermanos mapuches.

2. Que se acojan las justas demandas de los comuneros. Estamos convencidos
de que ninguno de los casos en cuestión tiene el carácter de terrorista, por
lo que consideramos justa la demanda y adecuada a un Estado de derecho
democrático. Nadie pide que no haya juicio o que haya impunidad, sino que se
juzgue conforme a procedimientos judiciales legítimos y acordes a las
circunstancias.

3. Dadas las condiciones en que los presos mapuches han llegado a esta
situación, como religiosos no creemos tener autoridad moral para pedirles
que se bajen de la huelga para recién iniciar un diálogo. Esta el caso de la
huelga de Patricia Troncoso que fue depuesta con promesas que luego no se
cumplieron. Esta huelga de hambre es el final de un largo proceso que lleva
años siendo desconocido por la opinión pública. Por eso no creemos que se
pueda pedir a los presos mapuches que sigan confiando en un sistema político
que tantas veces los ha defraudado.

4. No habrá solución al problema ni se bajarán de la huelga los mapuches si
no se les da garantías de que en sus casos no se aplicará la ley
antiterrorista. El primer signo para esto es que el gobierno desista de las
querellas interpuestas, tal como lo han manifestado desde el principio los
voceros y familiares de los presos.


AL GOBIERNO LE PEDIMOS
ACOJA LAS JUSTAS DEMANDAS DE LOS COMUNEROS.

Paremos este vía crucis
Ayuno solidario por las justas demandas del pueblo mapuche

Alfonso Baeza, sacerdote Diocesano
Pierre Dubois, sacerdote Diocesano
Sergio Torres, sacerdote Diocesano
Pedro Parra, sacerdote de la Congregación de la Santa Cruz
Francisco Belec, sacerdote misionero canadiense
Marcela Pérez, Esclavas del Sagrado Corazón
Paula Torres, Esclavas del Sagrado Corazón
Carolina Madariaga, Buen Pastor
Patricia Contreras, Dominica
Katherine Cruces, Congregación de Jesús
Andrea Castillo, Misionera Catequista
María Ester, Sagrados Corazones
Marisol Cornejo Rojas, Hermanas de Santa Ana
Pamela Robles, Misioneras Dominicas
Candy Calle, Misioneras Dominicas
Germaine Le Nouy, Religiosa Hija del Espíritu Santo.
Jacqueline Sothers, Misionera Dominica del Rosario
Sandra Segovia Gallardo, Dominica de la Presentaciòn
Enrique Moreno, Sagrados corazones
Matías Valenzuela, Sagrados corazones
Francisco de Ferari, Sagrados corazones
Nicolás Viel, Sagrados corazones
Francisco Sepúlveda, Asuncionista
Gonzalo Collipal, Franciscano
Ben Aleonar, Sacerdote del Verbo Divino
Javier Celedón, Sacerdote jesuita
Pablo Fernández, Sacerdote jesuita
Carlos Vidal, Sacerdote jesuita
Fernando Alvear, Sacerdote jesuita
Nicolás Olckers, Sacerdote jesuita
Reimundo Salas, Sacerdote jesuita
Jorge Corvalán, Sacerdote jesuita
Pablo Romero, Sacerdote jesuita
Cristián Gómez, Sacerdote jesuita
Dagoberto Lagos, Sacerdote jesuita
Rodrigo Arévalo, Sacerdote jesuita
Cristóbal Madero, Sacerdote jesuita
Rodrigo Aguayo, Sacerdote jesuita
Pablo Walker, Sacerdote jesuita
Luis García-Huidobro, Sacerdote jesuita
Cristian Contreras, Sacerdote jesuita
Hernán Rojas, Sacerdote jesuita
Carlos Álvarez, Sacerdote jesuita

Convocan:
Nuevas Generaciones de la Vida Religiosa
Pastoral Mapuche de Santiago
MOAC
Amerindia, Chile
CONFERRE, Chile

Difunde
Movimiento TeologíaS de la Liberación -Chile
Cuadernos Opción Por Los pobres-Chile
Correo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com

miércoles, 15 de septiembre de 2010

A TODOS LOS PERIODICOS


(José Ignacio González Faus)

Llevo diez años colaborando en este diario. Pensé varias veces en un artículo como el de hoy; pero temía que no lo publicaran o me agradecieran los servicios prestados. Y he aquí que ahora comienza el tema a romper el cascarón de silencio en el que estaba encerrado...

El próximo 23 de septiembre se celebra el día contra la trata de seres humanos. Con este motivo me dirijo hoy a toda la prensa escrita que, a la hora de escribir sus editoriales, nunca deja de proclamar altos criterios éticos (aunque suele tolerar las críticas aún menos que la santa madre iglesia). Quisiera hacer una petición casi desesperada, para que todos los diarios dejen de publicar anuncios de prostitución, camuflados bajo eufemismos de encuentros, contactos y demás.

La trata de mujeres constituye una de las esclavitudes más ominosas de nuestro tiempo. La prostituta de hoy ya no es la Manon Lescaut del s. XVIII; ni siquiera la Sonia de Dostoyevski del XIX. Según testimonio de Iñaki Gabilondo, en un telediario de la 4, más del 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en nuestro país, lo hacen a la fuerza. La mitad son auténticas esclavas, traídas desde fuera con engaños, secuestradas, sin documentación y obligadas, además, a pagar una supuesta deuda contraída por el pasaje a España. Otras acabaron así por culpa del paro, o por la necesidad de enviar dinero a la familia en Nigeria o Colombia.

Su jornada “laboral” es extenuante, expuesta a mil humillaciones de clientes que, en el fondo, se odian a sí mismos, y a contraer el SIDA por puro capricho o comodidad del que paga. Debajo del dibujo que insinúa unos pechos o una sonrisa laten verdaderos torrentes de lágrimas; y más al fondo se mueven unas mafias tan crueles y poderosas como las del narcotráfico. Podemos defender la libertad sexual, pero contribuir a una esclavitud sexual en nombre de la libertad sexual es pura hipocresía. Y publicar anuncios que dicen: “quince jóvenes deliciosas, precios anticrisis” degrada la dignidad de la mujer y de quien publique ese anuncio.

Sin embargo, tanto el mundo de la progresía como el de la moralidad antigua tienden un pudoroso velo sobre este drama. Hacemos campañas extemporáneas contra un burka absurdo pero muy minoritario, y no movemos un dedo para evitar que tengan que quitarse la ropa infinidad de pobres criaturas que no son propiedad de un marido machista y celoso sino de una mafia tiránica y avarienta. Damos horrorizados cifras de violencia de género, pero callamos sobre esta otra violencia igualmente sexista.

Dedicamos páginas y páginas al mundial de fútbol: si le duele tal o cual músculo a alguno de nuestros ídolos a punto para el próximo partido; pero ni una palabra sobre el transporte obligado de mujeres a Sudáfrica para relajar a jugadores millonarios e hinchas locos, extenuados por el esfuerzo. Por suerte, la ministra de igualdad parece que está ¡por fin! ocupándose del tema; con mucho retraso pero más vale tarde que nunca. Y hablo de retraso porque éste es un problema mucho más urgente que el aborto (que a ella le parecía “ya superado”); y más urgente que dedicar, en plena crisis económica, varios miles de euros a un estudio sobre la estimulación sexual femenina (¿o es que lo hizo pensando entretener a las mujeres que habrán de gastar menos durante la crisis?)...

Quede claro que no estoy hablando en general de legalizar o no la prostitución. Ese es otro tema más amplio. Ahora se trata sólo de una parte de él que es un auténtico terrorismo interesadamente oculto. No sé calcular cuántas pérdidas supondría para los diarios renunciar a estos anuncios: me dicen que más de las que sospecho. Pues estoy dispuesto a renunciar a la modesta contribución que percibo por mis artículos, si ello puede aliviarles algo... También sé que suprimir esos anuncios no solucionaría el problema de la trata de mujeres, pero creo que aumentaría nuestra dignidad. Y si no, me atrevo a preguntar a cualquier director o accionista de un periódico qué haría si uno de esos anuncios fuese de su propia hija.

Hace poco me vi con una muchacha admirable de un instituto secular que se dedica, entre otras cosas, a ayudar a estas mujeres. Me contó que había venido hasta muy cerca del lugar donde estábamos citados, acompañada por una chica de su barrio que iba a hacer la calle. “Tú vas a ver a un amigo y yo voy a hacer de puta”, le dijo al separarse. Y al contármelo se le asomaba una lágrima a los ojos, a pesar de tanto y tanto como lleva visto. Al despedirnos comentamos que hubo un “líder religioso” al que ambos intentamos seguir, que merecería el mayor aplauso y la mayor admiración aunque fuera sólo por haber dicho simplemente: “las prostitutas irán al Reino de los cielos delante de todos vosotros” (Mt 21,31).

Y termino con esa frase: porque añadir algo sería estropearla.