viernes, 6 de agosto de 2010

Una nueva propuesta de comercio

Este fin de semana pasado, participé en la XI Feria Nacional de Comercio Comunitario, en Dolores Hidalgo, Guanajuato, por demás, cuna de la Independencia en México.

Fue una bella experiencia encontrarme con muchísima gente que llegaba de todos los rincones de México; también participaron productores de Perú, Ecuador y USA, muchos de ellos, grupos indígenas que llegaban hasta allí para poner en el mercado sus productos, desde una dinámica de comercio muy diferente a la que estamos acostumbrados a vivir, en donde el pez gordo se come al chico y las ganancias van a parar a los bolsillos de los peces grandes, dejando al pequeño productor, en la injusticia de un negocio, en el que le toca perder. Aquí se trataba de que todos fueran beneficiados, ya fuera por el comercio a través de la moneda que se maneja, o bien, por el trueque, el multitrueque o con el pago de moneda social llamada mezquite.

El comercio comunitario tiene algunas características muy importantes:

*Parte de la reflexión y organización de las comunidades
Está en el marco de una economía al servicio del hombre.

*Conlleva el respeto así mismo, a los otros y sus valores y a la naturaleza, tiene fuertemente marcada la conciencia de protección al medio ambiente.

*Exige una valoración del artesano, de la persona que realiza el trabajo


*Hay producción de calidad, sin intermediarios; va del productor al consumidor.

*El comercio comunitario refleja la parte cálida del ser humano que muestra el cariño que tiene el productor hacia su producto porque él lo hace y lo ofrece a los otros, como parte de sí mismo.

*Excluye la explotación a los otros y no privilegia el dinero, si no las personas, porque la esencia es compartir, no competir.

En varios momentos me pude dar la vuelta por todas las mesas de ventas y fue impresionante ver además, la increíble variedad de productos alimenticios, de salud, artesanales; un sinfín de propuestas productivas y de servicios, como los de odontología, medicina alternativa, y otros, que abren una perspectiva de que un comercio comunitario, justo y solidario es posible.

Además, es una forma de resistencia ante un mercado globalizado que se nos quiere imponer como la única alternativa de comercio, en donde los pobres y las grande mayorías no tienen cabida.

Un mercado en donde el dinero, el éxito, el poder de compra, son las reglas de “vivir mejor”. Para el comercio comunitario no se trata de vivir mejor, sino de vivir bien y que todos los seres humanos tengan lo que en justicia les pertenece.

El trueque que se practicó en la feria, es una forma de esta resistencia que no agota sus propuestas solidarias, sino que sigue impulsando a través de estas “milenarias prácticas” una alternativa a la crisis que hoy en día estamos viviendo, en cuanto a la revaloración del trabajo del ser humano, que no es una máquina de producción, sino un artesano, que con su inteligencia y sus manos transforma la materia prima que la madre tierra le ofrece.

A la economía impuesta no le interesa el ser humano, no le interesa su hambre, su necesidad; el comercio comunitario por el contrario, vela y cuida del otro, sea el hombre o la naturaleza, a quien protege de la voracidad de los depredadores de la tierra.

Yo participé en esta feria apoyando al grupo Otomí, migrante en el DF y como Amnistía Internacional, porque estuvimos ahí para dar a conocer la declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y para pedir firmas de apoyo por la liberación de Raúl Hernández, indígena Me´phaa de Guerrero, defensor de los derechos de su pueblo, preso de manera injusta, y declarado preso de conciencia por Amnistía.

Aquí van algunas fotos



Indígena Wirrárica en el momento de la reunión del inicio de la Feria el viernes, para hacer la reflexión del por qué estábamos ahí y tomar algunos acuerdos de interés para todos y todas.


Rito de inicio con una ofrenda a los cuatro rumbos

Grupo 12 de Derechos de los pueblos Indígenas de Amnistía Internacional sección mexicana, dijo presente.

Postal de Raúl Hernández para las firmas de apoyo a su liberación.


En la feria hubo expresiones festivas de danzas, teatro, poesía, niños narradores, páneles de reflexión y mesas de diálogo, todas con el objetivo de hacer conciencia sobre la necesidad de vivir nuevas formas de comercio justo para todos.

No hay comentarios.: