lunes, 9 de mayo de 2011

Comunicado de la Conferencia de Institutos Religiosos de México (CIRM)

Hace tiempo que no escribía, pero ahora estoy de nueva cuenta en camino por el espacio cibernético, animada por la esperanza que pueden surgir de estas nuevas construcciónes sociales que se van forjando en el país.




Comunicado de la CIRM al Pueblo de México.



Tlalnepantla, 1º de mayo de 2011

Los Superiores Mayores de religiosas y religiosos de México reunidos en su 46ª Asamblea Nacional, bajo el lema «Escuchemos a Dios donde la vida clama», preocupados por la situación que vive nuestro país, nos dirigimos al Pueblo de México.

Constatamos que, a la desigualdad e injusticia históricamente arraigadas en nuestro país, se ha sumado en estos últimos años una escalada de violencia que alcanza ya 40,000 muertos, con los consecuentes efectos en las familias, comunidades y en la nación entera.

Denunciamos la cultura de ilegalidad que lleva a la sistemática violación de la dignidad humana, de la vida y de la paz, todo esto agravado por la corrupción e impunidad que imperan en nuestro país. Con esto queremos decir: basta ya de tanta violencia y crueldad vengan de donde vengan, basta ya de tanta sangre derramada, basta ya de corrupción e impunidad.

Como Vida religiosa, optamos por la no violencia. Nos comprometemos a vencer nuestros miedos, a salir de nuestras indiferencias, a romper nuestros silencios, a avivar nuestra fe y a fortalecer nuestra esperanza, para ser, junto con nuestro pueblo, constructores de vida digna, de justicia y de paz.

Las religiosas y religiosos de México nos solidarizamos con las víctimas de toda esta violencia, compartimos su dolor y queremos brindarles consuelo. Nos unimos al movimiento ciudadano que se está gestando en nuestra sociedad, para detener esta espiral de violencia, abrir caminos de reconciliación y buscar alternativas de vida.

Exigimos al Poder Legislativo que escuche a la sociedad y apruebe una ley de seguridad que verdaderamente garantice el respeto a la dignidad de las personas y una ley laboral que garantice los derechos de los trabajadores. Exigimos al Poder Ejecutivo una profunda revisión de las políticas que está implementando ante el problema del narcotráfico y crimen organizado. Exigimos al Poder Judicial una lucha contra la corrupción, una aplicación justa de la ley que respete los derechos humanos y cuide a los inocentes.

Nos unimos a quienes están reclamando la participación activa y vigilante de la ciudadanía, como el principal medio para crear caminos de futuro y esperanza para nuestro querido México.

El testimonio de Javier Sicilia –quien estuvo presente en un momento de nuestra Asamblea– nos motiva a unirnos a este movimiento ciudadano que busca detener la violencia y reclamar un clima de paz para el país. Como Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México invitamos a los miembros de la Iglesia católica y de las demás comunidades cristianas, en particular a los integrantes de nuestras congregaciones, a participar, dondequiera que estemos, en la marcha silenciosa que culmina el 8 de mayo en la Ciudad de México.

Por la Asamblea Nacional de la CIRM:
Silvia Conde, SA y Fernando Torre, MSpS
Presidentes

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