Feliz Día!!!

LA ORDEN DEL CARMEN EN LA IGLESIA

Sabías que la orden del Carmen, es una de las órdenes religiosas más antiguas de la Iglesia y que está conformada por frailes, sacerdotes, monjas de clausura, religiosas de vida activa, institutos seculares, laicos y laicas?

¿Sabías que la riqueza del Carmelo se ha expandido en multiplicidad de congregaciones religiosas que han hundido sus raíces en la rica fuente de la espiritualidad carmelita y que de ella han surgido las Congregaciones Carmelitas de vida activa? En Ecuador están presentes las siguientes congregaciones y movimientos laicales

UN POCO DE HISTORIA

En los siglos XI y XII se despertó en toda Europa grandes deseos de ir a Tierra Santa que estaba en posesión de los árabes. Así nacieron las cruzadas y a finales del siglo XII, un puñado de estos cruzados viendo que el Monte Carmelo (en Palestina) era un lugar muy bello por su soledad y para entregarse a la oración, allí se quedaron, para vivir como ermitaños. Y dedicados a fabricar la dulce miel de la contemplación, viviendo en el silencio y la soledad.

¿Cuando prendió el fuego en el bosque? No lo sabe nadie con exactitud. Solo se sabe que la llama se extendió en poco tiempo. Hacia 1254 ya llevan al menos medio siglo viviendo los Carmelitas en el Monte Carmelo.

Al terminar la cruzada, muchos cruzados (europeos) se quedaban en el Monte Carmelo a vivir en oración, soledad y contemplación en unas ermitas, cada uno en su cueva, reuniéndose en algunos momentos con los demás, sobre todo para celebrar la eucaristía y el recuerdo de la Virgen no era extraño a aquel grupo de ermitaños, ya que la primera iglesita que construyeron estuvo dedicada a ella y era el lugar donde se reunían.

En ese mismo Monte Carmelo, había también, unos monjes griegos que tenían una Iglesia en honor de Santa Margarita. Por ello, muy pronto, la gente, para distinguir a unos de los otros, a los venidos de Europa, les llamaron “Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte

Carmelo” Es por ese motivo que La Virgen del Carmen se llama así, por el lugar de su origen, el Monte Carmelo.

Esta capilla dedicada a la Santísima Virgen –a principios del siglo XIII- fue el origen o la causa de la profunda devoción que desde entonces y para siempre profesamos los y las Carmelitas a la Virgen nuestra Madre.

Hacia el 1205, San Alberto, un patriarca de Jerusalén, dio a los ermitaños del Monte una regla de vida con el ideal del Carmelo que hasta hoy vivimos:

• Vivir en obsequio de Jesucristo.

• Meditación día y noche de la Palabra Dios.

• Vida contemplativa

• Veneración de María.

• Trabajo

• Misión.

LOS CARMELITAS HOY.

Los Carmelitas tenían como ideal vivir en la forma de Elías y de la Virgen Santísima, a la que como hemos dicho, tenían gran veneración, bajo el título de la Virgen del Carmen.

Tenemos una gran misión, una gran tarea en el mundo. Somos una familia que está llamada a llevar al hombre y a la mujer a la experiencia de Dios, por lo tanto debemos mantener un fuerte espíritu de orante, de silencio, de soledad. Tal vez como joven puedes pensar que eso es cosa de mayores, de ancianos o de gente que no tiene nada qué hacer. Pero si tú formas parte del Carmelo, ¡ No te puedes quedar fuera! estás invitado y llamado a vivir en la interioridad, en amistad con Dios.

MARÍA EN EL CARMELO

Los ermitaños del Monte Carmelo tenían claras dos cosas muy importantes: Uno era el ideal de vivir en obsequio de Jesucristo y el segundo vivir bajo la protección amorosa y tierna de la Virgen Madre. Ella estuvo presente desde el nacimiento de la Orden y quien sostuvo con cuidado y solicitud el caminar de su familia en medio de no pocas dificultades.

Los Carmelitas, somos una Familia que profesa un profundo amor y devoción a la Virgen del Monte Carmelo. Este amor y devoción fue extendiéndose en la Iglesia, en la medida en que la Orden iba creciendo y llegando a otros países. Muchos de los hijos e hijas de esta gran familia, son ahora modelos de vida puesto que han logrado la unión y amistad hondas con Jesús, gracias al ejemplo de esta buena Madre, que nos acompaña y guía hacia el Monte de la perfección que es su Hijo.

María es la Madre orante, la Virgen de la contemplación, que nos enseña a descubrir a Dios en todo y a guardar su Palabra en nuestro corazón, para luego responderle con amor, fidelidad y valentía, entusiasmo juvenil a ejemplo de ella.

Muchos son los santos del Carmelo que con su ejemplo y testimonio de amor a María nos muestran que ella es el CAMINO seguro para ir logrando como jóvenes la realización plena de nuestro ser humanos.

TERESA DE JESÚS.

A María la considera siempre unida a Cristo, pues toda la vida de la Virgen la contempla Teresa, en camino con su Hijo, tanto en su vida oculta de Nazaret, como en su vida pública. María es la Madre de Jesús y con él comparte todo lo que hace: con él sufre, con él goza, con él fracasa, con él triunfa; muerte y vida son de ambos y los dos, a una, la padecen y la superan, la disfrutan y la conllevan.

Es en la Virgen en quien Teresa encuentra el modelo de seguimiento de Jesús para ella y para sus monjas. También en María encuentra la dignidad mayor de ser mujer y de ser cristiana.

Teresa de Jesús hace resaltar cómo María siguió a Cristo hasta la Cruz y con qué fortaleza, y con qué sufrimiento y dice: “Estaba al pie de la Cruz y no dormida, sino padeciendo su santísima alma y muriendo dura muerte” (Conc. 3,11).

PARA TERESA DE LISIEUX

Cuando Teresa del Niño Jesús, contempla en la oración a María, le aparece pequeña, pobre, sencilla, en fe, totalmente humilde y disponible al plan de Dios, profundamente humana y espiritual.

Por su fe, María será para Teresita MODELO en todo: en la vida de gracia, en las virtudes teologales (Fe, Esperanza, Amor), en la oración, en su ser, vivir, pensar y actuar. María es Madre y Modelo en la vida ordinaria, donde la Virgen vive pequeña, humilde, sencilla.

Pobreza y pequeñez, expresan para Teresita, el corazón mismo del Evangelio, el lugar de encuentro, de íntima comunión con Jesús y María. Es ahí, justamente, donde Teresita halla a María muy cercana al ser humano.