Este fin de semana aproveché para hacer gira turística y el encuentro de amistad.
Así que me preparé mi maleta y me fui hasta Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco aprovechando la invitación a la boda de mis amigos Rubenia y David.
Les cuento que la boda, fue una celebración verdaderamente de familia, estábamos jesuitas, ex jesuitas, carmelitas del SC y ex CSC, y los familiares de ambos, quienes fuimos los testigos del amor. Y es que sólo había que mirar a sus ojos para descubrir la luz de su presencia en el ser de ellos, yo que estaba muy cerca de los novios ( me tocó hacer coro con otros) pude darme cuenta y descubrir lo que el AMOR hizo en sus vidas.
El de ellos es un amor que se fue haciendo de encuentros, de incertidumbres, de disciernes y de certezas que al final los llevaron a confirmar ese amor ante Dios y ante quienes los queremos.
Para mí hubo un momento muy especial en la celebración: cuando ella aceptó las arras, que no eran las comunes de todas las bodas, ella dijo: " las acepto en señal de la confianza que quiero seguir teniendo en el Padre Providente". La carne se me puso de gallina
Y pos ahora, ahí están nuestros queridos amigos, ya casados y con compromiso de seguir apoyando y caminando junto a los pobres por quienes ambos han hecho opción. En esta celebración, el amor estuvo presente, de verdad.
Después de la boda yo me fui a Guadalajara, a continuar la gira, visitando a la familia, y a seguir descubriendo la presencia del amor. Salí muy contenta, con el corazón tocado después de todos estos encuentros de amistad y en ello me doy cuenta que de verdad sólo el amor nos hace grandes y poder manifestarlo, nos hace todavía más grandes.
Y aquí les dejo la letra de una de las canciones que cantamos, en la comunión, es muy bella, es de Silvio Rodríguez, ay se las dejo.
Sólo el amor
Debes amar la arcilla que va en tus manos
Debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.
Así que me preparé mi maleta y me fui hasta Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco aprovechando la invitación a la boda de mis amigos Rubenia y David.
Les cuento que la boda, fue una celebración verdaderamente de familia, estábamos jesuitas, ex jesuitas, carmelitas del SC y ex CSC, y los familiares de ambos, quienes fuimos los testigos del amor. Y es que sólo había que mirar a sus ojos para descubrir la luz de su presencia en el ser de ellos, yo que estaba muy cerca de los novios ( me tocó hacer coro con otros) pude darme cuenta y descubrir lo que el AMOR hizo en sus vidas.
El de ellos es un amor que se fue haciendo de encuentros, de incertidumbres, de disciernes y de certezas que al final los llevaron a confirmar ese amor ante Dios y ante quienes los queremos.
Para mí hubo un momento muy especial en la celebración: cuando ella aceptó las arras, que no eran las comunes de todas las bodas, ella dijo: " las acepto en señal de la confianza que quiero seguir teniendo en el Padre Providente". La carne se me puso de gallina
Y pos ahora, ahí están nuestros queridos amigos, ya casados y con compromiso de seguir apoyando y caminando junto a los pobres por quienes ambos han hecho opción. En esta celebración, el amor estuvo presente, de verdad.
Después de la boda yo me fui a Guadalajara, a continuar la gira, visitando a la familia, y a seguir descubriendo la presencia del amor. Salí muy contenta, con el corazón tocado después de todos estos encuentros de amistad y en ello me doy cuenta que de verdad sólo el amor nos hace grandes y poder manifestarlo, nos hace todavía más grandes.
Y aquí les dejo la letra de una de las canciones que cantamos, en la comunión, es muy bella, es de Silvio Rodríguez, ay se las dejo.
Sólo el amor
Debes amar la arcilla que va en tus manos
Debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.
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