La trilogía de la vida

Antes de venir de Ecuador, una señora, abuelita sabia me dijo:

"Hermanita, nos da tristeza que se vaya de Ecuador, pero usted tiene que volver a su país y allá hacer tres cosas:

• Clarificar las ideas
• Escuchar el corazón y
• Enraizar los pies en la tierra.

Y desde mi llegada, eso he ido realizando con mucha conciencia, no sin harto trabajo y ganas de parar en el camino, pero separando las ideas para no confundirme, harta escucha del corazón, acariciándolo, atenta a todos sus movimientos y hundiendo mi vida en la historia que vivo, conectada con el universo entero. Es complicado, sin embargo, la idea de que ésta no sólo es la trilogía de la vida, sino también la trilogía de la felicidad, me han animado a seguir cuando el caminar se pone cañón y cuesta un chorro de trabajo.

Y tuve un sueño, bello, hermoso... en el que vi cumplida la experiencia de estas tres cosas en mí. En el sueño tenía muuuucha claridad de mis ideas, no había que pensar más, me sentía profundamente en paz y conectada o enraizada, con el universo entero; ahora toca ir viendo, confirmando, si por ahí está el camino de la felicidad.

Claro que so requiere silencio, entrar en las profundas cavernas, ir a la interior bodega y beber el vino que se me ofrece... Así que mejor los dejo, me pongo en camino hacia la bodega, allí espera una cena y un encuentro sabrosos.

Buen ánimo para que sigan la trilogía de la vida.

Y va un saludo especial y con rete harto cariño para la señora Blanquita, de Ecuador, quien me abrió el camino del encuentro conmigo misma...