Ustedes disculparán la tardanza en la escritura, pero entre el arreglo de la computadora que se ponía como loca reiniciando programa cada que se le ocurría echándonos a perder el trabajo hecho; los últimos detalles para cerrar el ciclo escolar, (la próxima semana terminamos) con ensayo de cantos, bailes, entrega de calificaciones y otras actividades propias de clausura de año y además la muerte de una familiar, pos he andado de un lado pa´otro.
No crean que es queja, me gusta el trabajo, sólo que en ratitos si se carga un poquito, tanto que casi no he podido ver noticias, ya ven que el país está medio convulsionado con tantas bandas de narcos que ahora están peleando fuerte sus territorios.
Bueno, pos aquí seguimos, de corazón a corazón y percibiendo el paso del Viento y dejándome empujar por él. La cabaña está tranquila, sosegada y más ahora que escucho una música relajante y me siento envuelta por aromas de inciensos que la Cocolín puso mientras da un masaje como de dos horas a una señora que vino para eso.
Pues ya nos vemos, continúo con la meditada a la que invita esta música; gocen la vida y crean que todo lo que sueñen puede hacerse realidad, no lo duden, se sorprenderán y no olviden ponerse cada día aunque sea quince minutos en actitud de monjes tibetanos, es decir, en meditación, ayuda mucho a clarificar las ideas, escuchar el corazón y enraizar los pies en la tierra.
Hasta pronto, seguimos haciendo la caminata del regreso al corazón, al mío y al de ustedes
No crean que es queja, me gusta el trabajo, sólo que en ratitos si se carga un poquito, tanto que casi no he podido ver noticias, ya ven que el país está medio convulsionado con tantas bandas de narcos que ahora están peleando fuerte sus territorios.
Bueno, pos aquí seguimos, de corazón a corazón y percibiendo el paso del Viento y dejándome empujar por él. La cabaña está tranquila, sosegada y más ahora que escucho una música relajante y me siento envuelta por aromas de inciensos que la Cocolín puso mientras da un masaje como de dos horas a una señora que vino para eso.
Pues ya nos vemos, continúo con la meditada a la que invita esta música; gocen la vida y crean que todo lo que sueñen puede hacerse realidad, no lo duden, se sorprenderán y no olviden ponerse cada día aunque sea quince minutos en actitud de monjes tibetanos, es decir, en meditación, ayuda mucho a clarificar las ideas, escuchar el corazón y enraizar los pies en la tierra.
Hasta pronto, seguimos haciendo la caminata del regreso al corazón, al mío y al de ustedes
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