Nuestra hermana Celia Teresa ha sido para muchas de nosotras, un gran ejemplo de amor apasionado a Dios Padre providente en el que ha confiado radicalmente.
Su amor al Dios de los pobres, la ha llevado a entregar su vida sin reservas, buscando siempre que el hombre y la mujer que con ella ha convivido llegue a la experiencia del amor tierno y fiel de este Dios que camina paso a paso con el hombre y su historia.
Durante estos días ella ha estado viviendo, por su enfermedad, una verdadera experiencia de abandono confiado en las manos de este Dios que durante mucho tiempo (toda su vida) ha caminado con ella. Nos ha dolido verla sufrir, verla decaída, sin embargo, su ejemplo de amor y entrega confiada siguen siendo los mismos.
En su enfermedad, ella sigue siendo luz para quienes caminamos a su lado en la lucha por un cielo nuevo y una tierra nueva y desde su enfermedad, estoy segura que sigue construyéndolos.
Aquí va esta foto de ella, acompañada por estas mosqueteras soñadoras, Bety, Lety, Lolis y yo.
Nos unimos en oración para seguir pidiendo por ella, sabemos que Dios lo puede todo y a él confiamos su salud y su vida.
Su amor al Dios de los pobres, la ha llevado a entregar su vida sin reservas, buscando siempre que el hombre y la mujer que con ella ha convivido llegue a la experiencia del amor tierno y fiel de este Dios que camina paso a paso con el hombre y su historia.
Durante estos días ella ha estado viviendo, por su enfermedad, una verdadera experiencia de abandono confiado en las manos de este Dios que durante mucho tiempo (toda su vida) ha caminado con ella. Nos ha dolido verla sufrir, verla decaída, sin embargo, su ejemplo de amor y entrega confiada siguen siendo los mismos.
En su enfermedad, ella sigue siendo luz para quienes caminamos a su lado en la lucha por un cielo nuevo y una tierra nueva y desde su enfermedad, estoy segura que sigue construyéndolos.
Aquí va esta foto de ella, acompañada por estas mosqueteras soñadoras, Bety, Lety, Lolis y yo.
Nos unimos en oración para seguir pidiendo por ella, sabemos que Dios lo puede todo y a él confiamos su salud y su vida.
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